Pontevedra lidera un estudio sobre la comunicación química de las plantas ante ataques de insectos.

¿Pueden comunicarse las plantas? Y si lo hacen, ¿cómo y en qué circunstancias? Estas son algunas de las preguntas que centran dos investigaciones realizadas por la Misión Biológica de Galicia, con sede en Lourizán, en un proyecto impulsado desde el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Ha sido una investigación ardua, compleja y que ha requerido una gran recopilación de datos, pero desde el CSIC se destacan los pasos que se están dando desde su delegación gallega en el conocimiento de la comunicación entre las plantas.

La comunicación química entre plantas en respuesta al daño ocasionado por insectos herbívoros es un fenómeno que ocurre cuando una planta no dañada (planta receptora) reconoce y responde a la emisión de compuestos orgánicos volátiles emitidos por una planta vecina atacada (emisora). Esta actividad involucra un fenómeno que los científicos llaman ‘priming’ o ‘prealerta’. Es decir, «las plantas receptoras preparan (pero no activan) sus mecanismos de defensa para así responder defensivamente de forma más rápida y eficaz al daño una vez que este ocurre”, afirma uno de los investigadores gallegos.

Desde el CSIC se recuerda que los primeros trabajos en demostrar la existencia de la comunicación entre plantas por la emisión de compuestos orgánicos volátiles en respuesta a ataques de insectos herbívoros fue objeto de una gran controversia, por razones metodológicas especialmente. No obstante, el CSIC añade que en la actualidad este fenómeno ha sido identificado mediante estudios de campo y laboratorio en más de treinta especies vegetales, muchas de ellas de interés agrícola y forestal. De hecho, la Misión Biológica de Galicia lleva un lustro prestando atención a este tema.

La investigación que Moreira, investigador de la Misión Biológica, publicó en Ecology tiene como título “La comunicación entre plantas de Baccharis salicifolia es específica del sexo de las plantas, pero no de los genotipos”. La Baccharis es un arbusto muy emblemático en el sur de California, donde tiene usos medicinales. También se la conoce por tener estructuras sexuales separadas en distintas plantas. Los resultados de este trabajo, apuntan desde el CSIC, muestran que los ejemplares machos y hembras se comunican de forma diferente al ser atacadas por un herbívoro: las plantas macho son capaces de comunicarse con hembras y machos, pero las hembras solo con las hembras.

Hay varias teorías para explicar este comportamiento, y Moreira incide en que la comunicación entre plantas no emparentadas genéticamente supone un coste muy elevado para las plantas emisoras, ya que estarían proporcionando de forma altruista un beneficio en términos de fitness a otras plantas con las que compiten por los mismos recursos.

Este estudio ha confirmado que «las plantas se comunican entre ellas, pero el lenguaje con el que lo hacen a través de la emisión de compuestos volátiles es muy específico de los herbívoros que las atacan». Moreira manifestó que «las plantas son capaces de identificar a los herbívoros que están atacando a las plantas vecinas a través de los compuestos volátiles que estas últimas emiten y se preparan de forma efectiva para un futuro ataque». Desde Estados Unidos se está proponiendo, como aplicación práctica, que se pueda llegar a usar esta comunicación química entre plantas como una herramienta del control integrado de plagas que sustituya a los insecticidas en el maíz o el frijol.

Comentario:

En la actualidad, se ha pedido financiación para dar continuidad a los estudios y en particular para usar como modelo una planta de gran interés económico y social para Galicia: la patata. No obstante, este campo de investigación es muy generalizado, por lo que todavía hay mucho por descubrir y por analizar. Esta comunicación química entre las plantas puede depender en gran medida de las condiciones medioambientales en las que se desarrolla la interacción entre la planta y el herbívoro. Pero además, que las plantas contengan este tipo de comunicación química, que es muy eficiente, entre ellas, no quiere decir que estos seres vivos tengan cerebro o voluntad que controle esa comunicación.

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2 Respostas a “Pontevedra lidera un estudio sobre la comunicación química de las plantas ante ataques de insectos.”

  1. martin regueiro Dixo:

    Este estudio a simple vista puede parecer ridículo e incluso me atrevo a decir, una tontería. Pero si reflexionamos y analizamos la situación podremos sacar en clave que puede ser un paso fundamental en la agricultura y en el campo de insecticidas, pesticidas… ya que si se llega a desarrollar(esperemos que en un futuro no muy lejano) un método que logre que las plantas consigan desarrollar de forma eficaz y rápida una especie de escudo contra diferentes tipos de ataques de insectos, hongos… supondrá dar un gran paso.
    La eliminación de todo tipo de productos antiplagas; esto supone una muy buena idea si nos centramos en el medioambiente pero por otro lado, destacar que esta erradicación supondría el cierre de muchas empresas y por lo tanto una pérdida multimillonaria para grandes multinacionales.

  2. raul rios Dixo:

    A seguinte noticia é moi interesnte xa que permitenos ver a importancia da investigación a nivel Galicia.
    Este avance intenta decodificar a natureza química da comunicación entre plantas, o que permite que estas se comuniquen a través de quimioreceptores e quimiotransmisores, o que fai que poidan advertirse dunhas a outras das ameazas que os insectos constitúen para as mesmas. Así, as outras plantas constituíntes da súa poboación poden coñecer a amiaza con antelación, formando deste xeito respostas máis anticipadas e eficaces con respecto a este tema.
    Na miña opinión, considero que en xeral temos unha concepción do mundo vexetal como un grupo de seres vivos con funcións anatómicas e fisiolóxicas moi sinxelas e aburridas, que non teñen interese científico. Pero a realidade e que teñen unha natureza química moi complexa e interesante, que é importante investigar para futuras aplicacións á agricultura, controlando de xeito máis efectivo a produción e incentivando en consecuencia o tecido económico sintetizado ao redor desta actividade.