El trigo transgénico, prohibido en Brasil

Brasil es un gran exportador de materias primas como la soja, pero el trigo es el único cereal que el gigante latinoamericano importa. El 55% del trigo que se consume en Brasil viene de otros países y el 87% de lo importado viene de Argentina. Las cifras han aumentado en los últimos años: cerca de seis millones de toneladas en 2018 ante cinco millones en 2017 y cuatro millones en 2016, según los datos de la Asociación Brasileña de las Industrias de Trigo (ABITRIGO). Sin embargo, Brasil no permite la producción o la importación de trigo transgénico, explica Rubens Barbosa, exembajador y presidente ejecutivo de ABITRIGO. La producción y comercialización de transgénicos solo están permitidos para cinco productos: el maíz, el arroz, los frijoles, la soja y el algodón.

Sin embargo, los productos transgénicos tienen poca aceptación entre los consumidores brasileños. Asimismo, si una empresa exportadora argentina decide vender el trigo o semillas transgénicas a Brasil, el producto podría ser rechazado por no cumplir las normas técnicas y sanitarias del Gobierno. “Eso podría detener la exportación argentina al país”, explica el exembajador .

En su opinión es también posible que haya contrabando de semillas transgénicas, aumentando la producción brasileña y disminuyendo la importación. Lo mismo ocurrió con la soja hace años, hasta que el Gobierno brasileño decidió cambiar su legislación. “La soja transgénica benefició al productor y el cuerpo ejecutivo se ajustó. Pero no es algo rápido ni automático, depende únicamente del Gobierno. Con el trigo se hace el pan o la masa, entonces el consumidor brasileño puede rechazar el transgénico”.

El 90% de la producción de trigo brasileño está concentrado en Paraná y Rio Grande do Sul. Los productores se enfrentan a problemas climáticos, como el exceso de lluvias o la sequía. Así que las semillas transgénicas argentinas pueden tener una fuerte aceptación entre los productores brasileños, opina José Augusto de Castro, presidente de la Asociación de Comercio Exterior de Brasil. “En lugares de sequía, si la cosecha cae los precios suben. Pero con una semilla resistente a periodos de estiaje, el productor puede planear la cantidad que va a plantar según la demanda que tiene. Tiene muchas ventajas”, explica.

Comentario:

Con este artículo observamos una vez más el gran debate que puede existir entre lo transgénico y lo que no lo es. En este caso estamos a hablar de un producto conocido como trigo y que cada vez más, al igual que la soja, el algodón o el maíz ,entre otros,ganan terreno en el campo de productos transgénicos.

En la noticia podemos observar las dos claras visiones a cerca de esta prohibición; por un lado está  José Augusto de Castron que afirma que la legalización del trigo transgénico sería una gran ayuda para los agricultores de la región ya que así no dependerían del clima, causante muchas veces de la pérdida de la mayor parte de la cosecha, y también afirma que así cada persona podría saber cuánta cantidad de cereal va a producir y por lo tanto, poder calcular la cantidad necesaria(ni tirar producto ni comprarlo).

Por otra banda, este transgénico podría no ser aceptado por la población debido a que el trigo es algo fundamental en la alimentación brasileña. Este rechazo vendría ocasionado por la mala “fama” que tienen actualmente los transgénicos ya que aún a día de hoy no se saben muy bien los efectos que estos productos pueden ocasionar.

 

Unha resposta a “El trigo transgénico, prohibido en Brasil”

  1. raul rios Dixo:

    A seguinte noticia amosa noutro caso mais a reticencia que existe en moitos paises e sociedades a innovación tecnolóxica. Esta noticia afecta neste caso aos transxénicos, un tema moi polémico que repercute na visión que temos dos alimentos. Non se probou científicamente que os produtos transxénicos presenten problemas á saúde, pero moitos entes contrarios ao tema defenden que son antiéticos e antinaturais, enganchándose ás ideas conservadoras en canto á progresión científica.
    É un aspecto moi polémico no que refire ao que é transxénico e ao que non o é, xa que grazas a este tipo de productos a produción pode aumentar exponencialmente, mellorando as condicións biolóxicas que o produto ofrece e facilitando a superivivencia das plantacións. Como se di na noticia, a legalización destes produtos pode facilitar o desarrollo social e económico, e é moi probable que se vaia producindo paulatinamente en moitos estados; pero tamén esta a tendencia antagónica, que tende a prohibir este tipo de produtos por reticencias ao descoñecido, ao que pode ou non pode provocar. Outro argumento que se amosa na noticia é o arraigo que o trigo ten na cultura brasileira, polo que a poboación en xeral pode mostrarse contraria a aplicar este tipo de biotecnoloxía a algo que teñen tan asumido como propio como o trigo.
    Na miña opinión, considero que tratándose dun país en cauces de desarrollo como Brasil, aplicar a tecnoloxía transxénica á agricultura co país carioca pode ser moi beneficioso para o desarrollo económico do país, que de seguro pode producir que o trigo se dé con maior facilidade e non se vexa tan afectado polos cambios de clima, que alí son frecuentes. Non só temos que ter en conta a eticidade do aspecto, senon que se debe de ter en conta os beneficios económicos, persoais e sociais que a innovación pode traer.