Leónidas 2018: dónde y cuándo ver la lluvia de estrellas

La cita astronómica tendrá su punto álgido desde hoy sábado hasta mañana domingo.

Las lluvias de estrellas son unos de los acontecimientos astronómicos que más ojos captan desde la Tierra. En realidad, el nombre no es más que una representación figurada de lo que realmente pasa, ya que lo que vemos en el firmamento no son estrellas, sino fragmentos del paso de un cuerpo estelar (normalmente cometas) que pasan cerca de nuestro planeta, y al entrar en contacto con la atmósfera entran en el interior de la misma en incandescencia, formando el vistoso espectáculo nocturno. Estos fragmentos de los desechos que va dejando el cometa a su paso solo son visibles de noche, ya que la ausencia de luz diurna nos lo permite.

No hace mucho que levantábamos la cabeza buscando en el firmamento la lluvia de estrellas que desprende cada año el cometa Halley, las espectaculares Oriónidas. Tras disfrutar de su espectáculo incandescente, este fin de semana es el turno de que otros restos, esta vez los del cometa Tempel-Tuttle, iluminen el cielo durante el popular evento astronómico de las Leónidas 2018.

Esta lluvia de meteoros tiene varias peculiaridades. Para empezar, y como cabía esperar, las Leónidas deben su nombre a la constelación de Leo. Esto es así porque el punto del cielo en el que comienzan su carrera estelar, también conocido como radiante, es precisamente este sistema de estrellas. Siempre se sitúan en este lugar del cielo estrellado debido a la regular órbita de ambos los dos astros, ya que la Tierra y el susodicho cometa presentan un movimiento alrededor del astro rey regular, y hace que la Tierra y los restos del cometa se encuentren siempre en una región estelar determinada.

Así, irradiando desde Leo, el polvo de estrellas (figuradamente, ya que es polvo de cometas) de las Leónidas cruza el cielo cada año entre el 15 y el 21 de noviembre y - allá va otra de sus singularidades - cada 33 años lo hace además con una frecuencia asombrosa: hasta miles de meteoros a la hora pueden verse a lo lejos cuando el Tempel - Tuttle pasa por su perihelio (su punto más próximo al Sol). En ocasiones, la acumulación de bolas de fuego despedidas ha sido tan alta que, como ocurrió en la costa oeste estadounidense el 13 de noviembre de 1833, el cielo llegó a arder durante más de seis horas. Sintiéndolo mucho esto no se repetirá, según cálculos expertos, hasta el año 2031.

Debido a que el perihelio del cometa aún está distante en el tiempo, nos tendremos que conformar con una concentración normal de meteoros por hora, de 10 a 15 según las estadísticas.

Para verlas, eso sí, habrá que madrugar un poco, ya que solo son visibles en su esplendor máximo a la noche profunda. Ayer viernes 17 de noviembre ya pudo verse la primera parte de esta cita con las estrellas y hoy (esta madrugada) será la última oportunidad.

Una de las características principales que diferencian a este acontecimiento de otros es que es una de las lluvias de meteoros más veloces del año debido al gran tamaño de los fragmentos estelares dejados por el cometa, pudiendo llegar incluso a los 250 000 kilómetros por hora. Debido a la velocidad, el brillo es directamente proporcional, por lo que es también una de las más brillantes.

Además del madrugón, quienes vayan a animarse a contar en el cielo las Leónidas 2018 deben procurar alejarse de la contaminación lumínica de las grandes ciudades, que impiden su nítida visualización, como pasa con las auroras boreales en el norte polar.  Para poder visualizar otra lluvia de estrellas, habrá que esperar a entre el 4 y el 17 de diciembre para divisar las Gemínidas.

Comentario:

Las lluvias de estrellas son acontecimientos dignos de admirar que juntan a varias personas en la faz de nuestro planeta disfrutando del puro cosmos. Son, por lo tanto, uno de las citas astronómicas más conocidas que conectan a cualquier persona con la astrología, debido al gran interés generado por las estrellas y el conocimiento de las mismas.

Esta noticia, además, constituye un claro ejemplo del carácter cíclico que rige la naturaleza de todo en la vida, siendo un claro ejemplo el Universo, basado en ciclos regulares que coordinan el funcionamiento estelar. Por eso, es importante conocer y admirar estos hechos desde la Tierra, ya que son la llave a conocimientos futuros del Universo.

Es importante informarnos sobre encuentros astrológicos, que a veces son llevados a cabo en concejos de la geografía gallega, para admirar junto a un profesional que nos explique lo que está pasando estas citas cósmicas, de las que tanto podemos aprender.

 

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En la imagen superior observamos la vista del volcán chileno Villarrica y el cielo estrellado desde la ciudad de Pucón.

 

Unha resposta a “Leónidas 2018: dónde y cuándo ver la lluvia de estrellas”

  1. laura montaos Dixo:

    Este tema me resulta muy interesante, ya que las Leónidas son un fenómeno anual muy famoso y muy bello. Además es impresionante el hecho de cada 33 años podamos ver miles de meteoros a la hora al pasar cerca del sol el cometa Tempel-Tuttle. La parte negativa de las Leónidas es tener que madrugar (o no acostarse) para poder vislumbralas, además de que tendremos que esperar 13 años para poder ver unas Leónicas de gran frecuencia otra vez.